El jefe de la división Xbox en Microsoft ha confirmado en una en una entrevista que es consciente de que Xbox One X no es una consola para todo el mundo, un comentario que aunque no lo parezca a simple vista tiene una explicación muy sencilla.
Todos sabemos que Xbox One X es una consola que no supone un salto de generación. Sin embargo introduce una profunda mejora a nivel de hardware frente a Xbox One y Xbox One S, y eso acaba afectando en gran medida al precio de la misma.
Lo nuevo de Microsoft tendrá un precio oficial de 499 dólares y Xbox One S acaba de bajar hasta los 199 dólares, lo que significa que ahora mismo habría una diferencia de 300 dólares entre una y otra consola.
Pues bien la idea de Phil Spencer gira alrededor de esa diferencia de precio entre ambas consolas. El ejecutivo cree que Xbox One X es una consola para “entusiastas”, es decir para aquellos jugadores que quieren disfrutar de la máxima calidad gráfica de una experiencia que a nivel personal definiría como “cercana” a un PC gaming actual.
Xbox One X y Xbox One S tendrán exactamente los mismos juegos así que la primera no va a sustituir a la segunda. Ambas van a coexistir, y Phil Spencer cree que el menor precio de Xbox One S acabará teniendo más tirón entre los usuarios que la mayor potencia de Xbox One X.
Esto significa que el jefe de la división Xbox está convencido de que Xbox One S tendrá unas ventas muy superiores a las de Xbox One X, una consola que tendrá el honor de convertirse en la más potente del mundo.
Antes de terminar os recordamos que Phil Spencer también ha confirmado que la compatibilidad con los juegos de la Xbox original será una realidad antes de cerrar 2017.
Más información: Neowin.
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