Ya os hemos comentado en MC que Xbox Scorpio podría ser anunciada en breve y que la consola contará con 12 GB de GDDR5 unificada, ¿pero qué especificaciones necesitaría lo nuevo de Microsoft para ser un verdadero sistema 4K?
Por sistema 4K debemos entender que pueda mover juegos actuales en dicha resolución de forma nativa, es decir, nada de reescalados ni de recurrir a juegos de la pasada generación para llegar a los 3.840 x 2.160 píxeles.
En este artículo daremos respuesta a esa cuestión, sin duda una de las más interesantes de todas las que rodean a Xbox Scorpio y de las que más se repiten nuestros lectores. Para ello nos centraremos en tres puntos clave; procesador, memoria y tarjeta gráfica.
Empezamos por el procesador. Es un elemento clave que puede actuar como un importante cuello de botella, cosa que de hecho ya ha ocurrido en PS4 Pro y que esperamos no se repita en Xbox Scorpio.
La consola de Microsoft debería abandonar la arquitectura Jaguar y recurrir a una solución personalizada de ocho núcleos basada en ZEN de AMD, ya que su IPC (rendimiento bruto) es muy superior y podría “nutrir” sin problemas a una tarjeta gráfica de alto rendimiento.
Pasamos a la memoria. Esa cifra de 12 GB de GDDR5 unificados se nos antoja como el mínimo recomendable para que Xbox Scorpio sea un auténtico sistema 4K. Con la división de 3 GB reservados a sistema operativo y aplicaciones y 6 GB como RAM todavía nos quedan 3 GB que podrían ser utilizados como VRAM.
Terminamos con la tarjeta gráfica, cuya potencia ha sido confirmada en 6 TFLOPs. Ese número es un indicativo de potencia bruta que nos lleva directamente a pensar den una solución gráfica de gama alta que estaría por encima de las GTX 1060 y RX 480, así que si la CPU y la memoria acompañan sería suficiente para mover juegos actuales en 4K nativo.