Ya había algunas pistas, pero de lo que se desprende de una larga entrevista con Robbie Bach (resumida por WMpoweruser), presidente de las divisiones de entretenimiento y otros dispositivos de Microsoft, al parecer podríamos tener el nuevo Windows Mobile 7 en el Mobile World Congress que comienza el 15 de febrero. Redmond está muy comprometido con este nuevo lanzamiento y hace meses que lanza mensajes de grandes cambios que le permitirán ocupar un lugar de privilegio en un mercado en contínua expansión, el de los smartphones.
Hace poco criticaba el modelo de desarrollo de Android de Google, sobre todo en lo que respecta al lanzamiento del terminal Nexus One. En Redmond se defiende con uñas y dientes el modelo de negocio de proporcionar sistema operativo y no lanzarse al marcado del hardware. En la mencionada entrevista Bach pone de manifiesto la importancia de concentrarse en la experiencia del usuario con el dispositivo en sí. Es una observación importante porque es uno de los objetivos en el desarrollo de Windows 7 y una estrategia que le ha dado buenos resultados en el desarrollo de su última versión de Windows.
De las palabras de Bach también se desprende que Microsoft está convencida de que habrá una importante criba en el mercado de los sistemas operativos para smartphones y que su objetivo es estar bien sujetos al árbol cuando se produzcan las sacudidas para que caigan las hojas. Una de las estrategias de Microsoft es la de trabajar estrechamente con los fabricantes de hardware. Para Bach la clave, más que las prestaciones y la “espectacularidad”, será la calidad. Por eso se resalta la importancia de trabajar con los fabricantes de dispositivos.
Bach se ha mostrado muy contento con el equipo de desarrollo del nuevo Windows Mobile y ha señalado que veremos elementos de Zune, el reproductor multimedia portátil de Microsoft, en el nuevo sistema operativo.
Parece que Windows Mobile 7 será la piedra de toque definitiva para saber si el modelo de Microsoft de no aportar su propio hardware será la receta del éxito para triunfar en un mercado que, aunque las cifras de ventas aumenten, empieza a estar saturado de fabricantes.