En Microsoft nos pintan cada vez más bonito a Windows 7, y en esta ocasión de color verde. Una de las facetas que los ingenieros de Microsoft se han esforzado en mejorar con Windows 7 es la del control del consumo energético. Se trata de uno de los puntos clave sobre todo para que el nuevo sistema operativo triunfe entre los ordenadores portátiles y especialmente en los netbook, en los que el ahorro de energía es fundamental para obtener una mayor autonomía.
Y es que el reducir el consumo de energía puede ser por un lado una atractiva herramienta de márketing, poniendo la etiqueta de sistema operativo ecológico al nuevo Windows, pero también puede apuntar con eficacia al ahorro de costes en la empresa, donde varios cientos de ordenadores ahorrando energía pueden suponer una diferencia importante en la cuenta de consumo eléctrico.
En su blog de sostenibilidad ambiental, Microsoft ha comentado una serie de tecnologías aplicadas al nuevo sistema operativo para el control del consumo energético. En este artículo se subraya la importancia de la eficiencia energética tanto con el PC encendido como apagado y el control que Windows puede ejercer para que el consumo sea lo más ajustado posible.
Según Microsoft, las mejoras adoptadas en Windows 7 son el fruto de la colaboración con la industria tecnológica y no solo de los fabricantes de ordenadores sino también de dispositivos e incluso fabricantes de software. Esto permitirá que los fabricantes puedan sacar partido a estas nuevas técnicas de control de consumo para sus productos.
Microsoft ya daba pistas de los nuevos sistemas de ahorro de energía en varias conferencias previas al lanzamiento de la versión beta. Las tecnologías que aporta Windows 7 para la eficiencia energética son:
Control de energía en reposo: Windows 7 dispone de sistemas de control para asegurarse de que el ordenador no está realizando actividades innnecesarias mientras está en reposo. Actúa sobre el procesador y la placa base para activar el estado de energía más bajo durante el período de reposo. También baja el estado de actividad de los periféricos conectados por USB. Otro sistema de ahorro en reposo es el control activo del brillo de la pantalla, que reduce la luminosidad de la pantalla al mínimo cuando el ordenador entra en reposo.
Control de energía activo: El sistema también puede atajar problemas de exceso de consumo de energía con el ordenador en funcionamiento. A este respecto destacar el uso de los sensores de luz para ajustar el brillo de la pantalla (en ordenadores que dispongan de este dispositivo) además de el control de la actividad de periféricos y conexiones como los puertos de conexión de red. Windows activa el estado de bajo consumo cuando detecta baja actividad.
Diagnósticos: En ocasiones el ordenador está consumiendo más de la cuenta por errores de configuración del sistema. Windows 7 ofrece posibilidades para ajustar estos problemas de configuración que van desde la solución automatizada que ofrece el Centro de Actividades hasta la aplicación PowerCfg de la que ya hemos hablado en MuyWindows.
Control remoto mejorado: Los administradores de sistemas configuran políticas de uso que ponen automáticamente a los ordenadores en estado de reposo cuando no están en uso. Con Windows 7 es posible editar a distancia esas políticas de uso y permiten aplicar perfiles de consumo de energía a distancia así como configurar los sistemas en red para que se activen al recibir el mensaje pertinente a través de la conexión de red.
Además de este resumen de las nuevas características del sistema, se ofrece un documento en forma de whitepaper para obtener más información sobre el control del consumo en Windows 7.