Si habéis descargado la beta de Windows 7 y ya tenéis el DVD listo para su instalación en vuestro equipo seguro que habéis tenido un instante de febril titubeo: “Si instalo esto que tengo en la mano, ¿qué será de mi adorado Windows Vista que vive tranquilo e inocente en su disco duro sin sospechar lo que le espera?”. Afortunadamente para todos no tenemos que desahuciar a nuestro Windows Vista de su rinconcito cálido del disco para instalar Windows 7. Es cierto que podemos actualizar y despedirnos de nuestro Vista para siempre, pero también podemos instalar Windows 7 de forma que conviva con Vista sin que ninguno sospeche que viven codo con codo incluso en el mismo disco.
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Las precauciones. Pues lo de siempre en estos casos, hacer una copia de seguridad de nuestros datos, asegurarnos de que nuestro equipo cumple las especificaciones mínimas… lo normal cuando instalamos un sistema operativo armado y peligroso.
2. Hacer sitio para Windows 7. Lo que vamos a hacer es hacer un huequecillo en el disco duro para que podamos instalar el nuevo sistema. Para ello crearemos una nueva partición a costa de reducir la asignada a Vista (sin que éste se de cuenta). Para conseguirlo acudiremos primero al menú Inicio. Luego haremos clic con el botón derechos sobre Ordenador y elegiremos la opción Administrar.
Como por arte de magia aparecerá entonces el administrador de equipos. En la parte izquierda de la ventana haremos clic en la opción Almacenamiento y luego Administración de discos. Aparecerá la lista de las unidades de disco instaladas en el sistema. La que nos interesa es la que tiene instalado Windows Vista. Haremos clic con el botón derecho y elegiremos la opción Reducir Volumen.
Al hacerlo recordad que para Windows 7 necesita como mínimo 16 Gbytes de espacio libre. Una vez creada la nueva partición haremos clic con el botón derecho del ratón sobre ella y elegiremos la opción Nuevo volumen básico. Luego formatearemos la partición para completar el nuevo hogar de nuestro Windows 7 siempre acudiendo al menú del botón derecho.
3. Windows 7 entra en escena. Ya solo queda ejecutar la instalación de Windows 7. Durante la instalación, en los primeros pasos de la misma, aparecerá una ventana en la que se nos pide si queremos actualizar o realizar una instalación personalizada (Wich type of installation do you want) y en ella elegiremos la opción personalizada (Custom (advanced)). Al hacerlo se nos pedirá el lugar donde queremos instalar el sistema. Es la hora de la verdad, tenemos que elegir la partición recién creada. Luego la instalación seguirá normalmente.
4. Buenos vecinos. En el primer inicio del sistema veremos que se ejecuta el gestor de arranque y que podemos elegir entre el arranque de Windows 7 y el de Vista.