En primer lugar quería saludar a los lectores del blog. Voy a intentar animar la cosa con algún truquillo que otro lo más útil posible para tener a nuestros Windows funcionando como relojes suizos y agregar funciones nunca vistas en nuestras pantallas.
Voy a comenzar con una utilidad que aunque pequeña puede resolver grandes dolores de cabeza. Se trata de una herramienta gratuita llamada Process Manager que nos permitirá asesinar a sangre fría esos programas que se quedan a vivir en memoria y se niegan a cerrar sus ventanas aferrándose con uñas y dientes a nuestro escritorio. En mi experiencia personal, tengo discusiones muy serias con Firefox cuando se come toda la memoria y empieza a consumir CPU como si no costara dinero. En vez de recurrir al administrador de tareas, este programa permite matar procesos con sólo dos clics.
Una vez descargado e instalado, el programa permite “matar” cualquier programa simplemente haciendo clic con el botón derecho sobre el icono de la aplicación de la barra de tareas y seleccionando la opción Kill. También es posible cambiar la prioridad de ejecución de los programas. Hasta ahora ha sido probado en Windows XP y Vista.
Para los que no quieran instalar la aplicación, pueden realizar la misma operación desde la línea de comandos. Para ello haremos clic en el botón de inicio y en ejecutar y luego command. En la ventana de la línea de comandos escribiremos tasklist y pulsaremos enter. Aparecerá una lista de procesos en memoria con el nombre del ejecutable y un número que identifica cada proceso (el PID).
Anotaremos ese número y escribiremos taskill /PID (número de proceso) o bien taskkill /IM (nombre del ejecutable). Para forzar la salida escribiremos antes un /F y si queremos matar los procesos “hijos” que haya iniciado el programa añadiremos al final /T.
Espero que os haya sido útil. Comentarios, experiencias, lamentos, elogios… más abajo.
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